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Y usted que lo vea

Cuidadín, que vienen los comunistas

Aquí os dejo un fragmento de una peli de propaganda anticomunista hecha en los 70 por un grupo cristiano.

No sé qué opináis vosotros, pero la verdad es que el niño repelente se lo estaba buscando.

Atentos al brazalete del comunista, que está muy currado. Cómo se nota que había dinero en Moscú...


Mundo viejuno

Bueno, que se note que he aprendido a meter videos en el blog.

Gibraltar español. Dedicado a mi compañero Aitor Eneriz, grandísimo fans de esta canción.(Ya sé que es solo un fragmento, pero no encuentro la actuación entera) Atentos a la rabia con la que canta la letra. Dios, cómo lo vive el hombre.

 

 


Navidad, navidad, dulce Navidad.

 

 

Hoy es Nochebuena. Y, por tocar un poco las pelotas, no voy a ir por ahí diciendo que no me gusta la Navidad, que me parece algo materialista y triste.

La verdad que es me parece todo eso y algo más. Pero qué demonios, tengo 10 días de vacaciones.

Así que aquí va un video de felicitaciones. Crosby y Sinatra , así por lo menos le ponemos algo de savoir faire a estas engoladas fechas.

Y si es demasiado azúcar, pues este es una bizarrada . Yo me he echado unas risas.

Hala, Merry Navidad.

One more photo

One more photo

Pues eso. Una fotillo que saqué en London. Candem Town.

La vida de Homer en un suspiro.

Como siempre, qué grandes son.

Impresionante video de Los Simpson donde parodian a aquel tipo que se hizo una foto durante treinta años y luego hizo un montaje.

Aquí la vida de Hommer.

 

Un buen invento

 

Esta vez una entrada para recomendar un inventito que he descubierto recientemente. Es una radio web que se llama Last fm y está de puta madre.

Que te apetece escuchar Franz Ferdinand, pues ná, lo buscas y los escuchas a ellos y a grupos parecidos en una sesión de radio. Que te apetece disfrutar de Billie Holliday, pues lo mismo.

Una cosa práctica para los amantes de la música.

Enlace. 

Al rico montón de mierda

 

El sábado pasado mi chica tenía cena de compañeros del cole y servidor decidió ir al cine para pasar el rato. Dentro de la espantosa cartelera del cine al que fui (exceptuando REC, pero no me apetecía pasar miedo a solas en el cine) me decidí por este cartelito.

No sabía absolutamente nada de la peli, pero me dije: qué diablos, démosle una oportunidad (aunque ya no la merezca) al Kevin Costner, aunque sólo sea porque en el pasado hacía buen cine.

Y me equivoqué.

Porque Mr. Brooks es un gran y humeante montón de excrementos, amigos. Sobre todo porque el guión parece escrito por un mono borracho, tuerto y esquizofrénico.

Para empezar el tal señor Brooks (Costner) tiene una especie de doble personalidad. O más concretamente una especie de amiguito invisible (William Hurt). El caso es que Costner quiere ser güeno-güeno pero Hurt no le deja y le dice que mate gente, ya ves.

Costner lleva dos años sin matar, pero qué coño, vuelve a casa y le dice a su esposa que va a su estudio (es que Costner se ha hecho millonario haciendo... !cajas de cartón!) donde, qué casualidad, tiene todo preparado para seguir cargándose a la gente. Lo que incluye un enorme horno que al parecer sólo usa para quemar las fotos que les saca a sus víctimas y un armario petado de botas negras y ropa del mismo color.

Por otro lado está Demi Moore, que es la poli que le perseguirá (bueno, pero tampoco mucho, la verdad) durante la peli y que, pobre, se está divorciando. Esto no importa demasiado hasta el final, pero bueno, el guionista ha pensado que así se pasa el rato con su historieta (la verdad es que es aburrida de narices)

Además hay un segundo killer, recién escapadito de la trena, quiere matar a la Demi.

Por si esto fuera poco, la hija de Costner deja los estudios porque (vaya por dios) se ha cargado a un tío en la Universidad.

Luego está el tío que le saca unas fotos a Costner cuando se carga a su primera víctima de la película. Que no sólo no le denuncia a la poli ni le hace chantaje, si no que le pide que quiere ir con él la próxima vez que mate a alguien. Vamos, que también quiere ser asesino en serie.

En fin, que la peli asesinos tiene. Eso sí.

Pero todo lo demás (estructura, suspense, tramas interesantes, buenos diálogos, situaciones creíbles) no.

Y además Kevin Costner se hincha a hacer el ridículo con su actuación. Claro que con el personaje que le han dado tampoco es raro.

En serio, tenéis que bajarnos este peli de Internet para ver lo mal hecha que está. No hay por donde cojerla. Incluye un final de "anda, pero si este final algo interesante ha resultado ser un sueño" que no tiene precio.

Básicamente la historia que realmente cuenta la peli se podría contar en 15 minutos. Todo lo demás es paja y de la mala.

Si queréis perder 6 euros mejor los tiráis a la papelera al salir de casa y así por lo menos no perdéis también el tiempo.

Como me pasó a mí.

Un novato en el mundo del cómic.


Debo confensar que soy un lego en lo que a comics se refiere. Aparte de los Tintín y Asterix de mi infancia, nunca había sido demasiado aficionado a la historieta.

Sin embargo, estar rodeado de freakys acaba contagiando ciertos nuevos vicios.

Después de leer y caer rendido ante From Hell , fliparlo con Maus y alucinar con Persépolis (ya hablé de él aquí), decidí comprarme la trilogía de Will Eisner . La que se considera la primera novela gráfica de la historia.

Dentro de ella están Contrato con Dios, Ansia de vivir y La Avenida Dropsie. Tres libros diferentes pero recorridos por el mismo talento narrativo y sobre todo de dibujante de Eisner.

Aunque se nota bastante que Contrato con Dios es más bien un ensayo para lo que desarrollaría después en los dos siguientes volúmenes.

La verdad es que es una pasada. En especial el tercero, donde desarrolla la historia completa de esta calle imaginaria (pero basada en la realidad) del Bronx desde finales del XIX hasta los años 70 del XX. Acojonante.

Después de leer algo así creo que voy a seguir con la adicción comiquera.

Un buen casting es la mitad del trabajo.

 

Vaya por delante de lo que voy a escribir mi opinión: El síndrome de Ulises (Martes en A3) me parece la serie española más digna que he visto estrenar esta temporada. Bien es cierto que me he perdido Herederos y la (al parecer) más que decente Desaparecida. En cualquier caso creo que es superior a Cuestión de Sexo o Gominolas y por bastante.

La serie tiene una factura decente, un actor principal que se desnuda demasiado pero que me parece una sorpresa para lo que yo esperaba y una narración tirando a cinematográfica en algún momento que se agradece.

En cuanto al guión, no es lo mejor que he visto pero mantiene el tipo dignamente. Sobre todo teniendo en cuenta que esta serie debería durar 30 minutos pero, por las jodidas políticas de las cadenas españolas con el prime time, tienen que alargar los capítulos hasta los 45 o más. O sea que la serie se resiente muy mucho en su ritmo por este motivo.

Anyway. De lo que quería hablar era de lo que me parece el mayor acierto de la serie. El casting.

Ya he hablado de MAM (qué peazo nombre artístico tiene el chaval, se ha comido la cabeza), que me parece que no está del todo mal. El problema que tiene es que el resto del casting es tan bueno que se lo comen con patatas. Los actores que le rodean mantienen a sus personajes en todo momento y los levantan de los rasgos algo caricaturescos que parecían tener en el primer episodio. Nancho Novo, para lo poco que me gusta está correcto y Olivia Molina me parece que alcanza muy buen nivel.

Pero los mejores, sin duda, son los más secundarios. El clan gitano, empezando por actor que hace de jefe mafioso (Javier Mora ) que es un puñetero crack, es de lo mejor. Son creíbles, graciosos y para el papel tan jodido que tienen por el riesgo de caer en el tópico zafio, están de puta madre.

Además este mimo por el casting no sólo se nota en los personajes fijos. Los secundarios están muy bien buscados. La semana pasada vimos a una familia de búlgaros que realmente parecían una familia de búlgaros, y no unos inmigrantes contratados por poco dinero como figurantes, como pasaría por ejemplo en Hospital Central.

Todas las caras que salen en la serie, aunque sea para decir una frase, parecen el fruto de una búsqueda estricta y meticulosa. Y esto, que debería ser algo cotidiano en TV, pues no lo es.

El casting es lo que acaba levantando la serie. Porque ya puedes tener líneas de diálogo más ingenionas que Woody Allen, que si el actor es un madero no hay nada que hacer. Un mal actor puede hundir al mejor de los guionistas.

No sé quién es el responsable del casting de El síndrome de Ulises, pero chapeau. Sí señor.

Creo que los guionistas deberían regarle un buen jamón estas Navidades.

Cine filosófico.

Cine filosófico.

Cuando me lo comentó un compañero no me lo podía creer. Una película sobre Nietzsche donde el papel del filósofo lo intepreta, nada más y nada menos, que Armand Asante . Esto tiene que ser una comedia a la fuerza.

When Nietzsche wept . Acojonante.

¿Abrirá esto un nuevo camino en el cine? ¿Veremos biopics hollywoodienses de otros famosos filósofos?

De momento he estado buceando por IMDB y hay cosas increíbles.

1.- Los últimos días de Emmanuelle Kant.

2.- Socrates.

3.- Soren Kierkegard.

4.- Cartesio (René Descartes)

5.- Agustín de Ipona.

6.- Schopenhauer

7.- Spinoza.

Hasta aquí los resultados de mi búsqueda. Pero os apremio a que sigáis vosotros. Seguro que encontráis alguna joya más.

Ya imagino incluso algun crossover que junte a dos maestros del pensamiento. Algo del estilo "Platón versus Hegel". Se desarrollaría la acción en la caverna del primero y la historia se repetiría constantemente como decía el segundo.

O alguna segunda parte... "Hermenéutica: la venganza de Heidegger."

Incluso una precuela del estilo de "El joven Habermass"

Sigamos meditando entonces...

Mi top ten

¿Que es una puta chorrada eso de hacer listas y organizar nuestras filias o fobias en orden de importancia? Po zi. Pero mira, hoy me he despertado con el pie izquierdo y el cerebro en modo periodista cultural de periódico de provincias y me voy a currar una lista de mis series favoritas. Y así, sin ningún tipo de sonrojo (exacto, como un periodista cultural de periódico de provincias)

Va por ustedes.

1.- La top de la top. La number one por derecho propio. LOS SIMPSON.

 


 

2.- La mafia también puede ser nuestra amiga. LOS SOPRANO.

 

 

 

3.- Una serie sobre nada. SEINFELD.


 

4.- Política y un guión gigantesco. EL ALA OESTE DE LA CASA BLANCA.


 

 

5.- La mejor miniserie. La Segunda Guerra Mundial nos atrapa. HERMANOS DE SANGRE.

 


6.- La muerte nos sienta tan bien. A DOS METROS BAJO TIERRA.


 

7.- Un clásico. FRIENDS.


 

8.- Cuando el spin-off es mejor incluso que la serie que la serie original. FRASIER.

 


 

9.- Qué de noches hemos pasado viendo Alaska en la 2. DOCTOR EN ALASKA.

 


 

10.-El creador de Seinfeld repite. LARRY DAVID.


 

Bueno, estas son mi favoritas. Pero, como diría Groucho: si no le gustan tengo otras.

P.D: Perdón a todos los periodistas culturales de periódicos de provincias. Gracias por vuestro silencioso y tan necesario trabajo. In memoriam.

¿De qué va eso de ser guionista?

¿De qué va eso de ser guionista?

A veces la gente te pregunta: ¿qué coño haces tú en el trabajo? (El subtexto es: ¿de verdad te pagan por escribir mamonadas?)

Una buena respuesta está en Adaptation.

Trailer

Key to reserva

Sí señor, qué gustazo nos han dado los de Freixenet. En vez de la tontería de las burbujas van y este año le encargan el anuncio de Martin Scorsese. Unicos requisitos: que salga la palabra reserva y una botella de cava.

Y este genio se decide por hacerle un homenaje a Hitchcock. El resultado es una puta maravilla.

Disfrutadlo. Es la versión corta.

Pinchando aquí.

La tele puede ser injusta.

La tele puede ser injusta.

Sí, amiguitos televidentes. De vez en cuando las audiencias son injustas con algunas series que merecerían estar en lo más alto de lo alto, en el top of the top (oh yeah). Problablemente el caso más flagrante de los últimos años es este pedazo de serie: Vientos de agua .

La serie, producida por Juan José Campanella (el papá de El hijo de la novia entre otras pelis) es una OBRA MAESTRA. Repito: O-B-R-A M-A-E-S-T-R-A.

Por si alguien no lo recuerda (lo que no es raro) Vientos de Agua fue emitida hace un par de años por Telecinco. Sin embargo, después de cambiar de horario ya el segundo capítulo por su baja audiencia, acabaron por emitir el tercero y retirar la serie de emisión. La excusa fue que no querían que la gente la grabase y la pirateara. Osea, que a los que nos gustaba Vientos de Agua nos teníamos que joder y comprar el DVD cuando saliera al mercado. Y eso fue lo que yo hice.

Y no me arrepentí.

¿Por qué? Pues porque Vientos de agua es una serie a la altura de la mejor ficción norteamericana. Y, a pesar de eso, tampoco triunfó en Argentina, donde también se emitió. Los motivos no consigo entenderlos, de la misma manera que sigo sin entender el éxito de Escenas de Matrimonio.

Quizá (y estoy improvisando) su fracaso se debió a que el primer capítulo (que es acojonante, ojo) es difícil de cara al espectador clásico de TV. Me explico: la gente está acostumbrada a que en televisión se lo den todo bien masticadito. Que sea algo facilón, que no requiera más atención de la necesaria mientras lees el Hola o pasas la plancha. Y claro, ver un episodio situado en los años treinta en las minas de Asturias y al mismo tiempo en la Argentina del corralito, pues como que cuesta. Y si además a Telecinco se le ocurre la brillante idea de subtitularlo (vete a saber por qué, si sólo hablan con acento) pues cágate lorito.

En cualquier caso, Vientos de Agua, que cuenta la historia de un español que emigra en la primera mitad del siglo a Argentina y la de su hijo, que años después, tiene que hacer el viaje a la inversa para ganarse las lentejas, es un historia conmovedora. Está bien escrita, excelentemente realizada, acojonantemente interpretada (qué desaprovechado ese peacho actor que es Ernesto Alterio en el cine español) y te llega a lo más hondo.

Si no lloras viendo Vientos de Agua es que no tienes corazón. Y punto.

Así que si no la has visto vete a la Fnac o a dónde más te plazca y gástate 30 eurillos en esta serie. Vale hasta el último céntimo.

 

 

 

Dexter el loco.

Dexter el loco.

El sábado por la noche vi los dos últimos episodios de Dexter, la serie de Showtime que tanto ha dado que hablar. Creo que la emiten ahora mismo en España en Fox y que Cuatro ya ha comprado los derechos.

En cuanto me enteré de qué iba la serie me entró la curiosidad. A grandes rasgos Dexter Morgan es un forense psicópata que se dedica a estudiar la sangre en los asesinatos que se producen en Miami y que, por la noche, se dedica a matar a los malos para canalizar su ansia de sangre. Sí, ya sé que dicho así suena a pura basura, pero cuando me contaron de que iba lo hicieron mejor de lo que yo lo acabo de hacer. Y después vi las primeras imágenes y ya no pude resistir la tentación.

En primer lugar porque, para no variar, es otra de esas series rodadas con una calidad que hace sonrrojarse a cualquier película yanqui ( no digamos ya española y no digamos ya serie española). Una factura acojonante. Formato cine, gran banda sonora, cojonuda fotografía. Una gozada.

En segundo lugar porque el protagonista absoluto de la serie es Michael C. Hall . Un pedazo de actor al que vimos haciendo del circunspecto homosexual David en A dos metros bajo tierra. Si en aquella serie ya me gustó, en Dexter me ha desmotrado que, cambiando completamente de registro, sigue siendo un maestro.

Aparte de esto la serie cuenta en su favor con la narración en off del propio Dexter. Una narración desde el punto de vista del psicópata que recuerdad bastante a la magnífica película American Psycho.

(Por cierto, los espectaculares títulos de crédito de Dexter y los de American Psycho (estos no he podido encontrarlos en la red, maldita sea) tienen cosillas en común)

En fin, que todas estas bazas me hicieron ver la serie. Y no me sentí defraudado, al menos en los tres o cuatro primeros capítulos.

Sin embargo luego la cosa... cómo decirlo... empezó a torcerse un poco. Sí, la trama principal era buena: Dexter versus un asesino en serie que parece jugar con él a un perverso juego privado. Sin embargo, el resto de tramas, las que incumben a los demás miembros de la comisaría de Miami, no me acababan de gustar. Me parecían, en general, gratuitas y algo carentes de interés.

Este fallo lo arrastra la serie durante sus doce episodios. Las tramas secundarias son floja, a veces innecesarias y otra veves incluso gratuitas. Está claro que el peso recae en la principal y parece que las demás se han descuidado.

Pero mi decepción fue creciendo cuando me di cuenta de que también la trama principal flojeaba a partir del sexto o séptimo episodio. Entendedme: no es que se caiga, es que hay cosas que empiezan a chirriar. Y esta sensación, en vez de corregirse, aumenta y aumenta hasta el punto que las dos grandes sorpresas finales de la serie (que podrían resumirse en una: ¿quién es el asesino con le que juega Dexter. No diré más) se las huele uno bastante antes de lo que debería.

Mención aparte merece el último episodio, con una resolución tremendamente forzada y (lo que es peor) previsible.

Así que se me ha quedado mal sabor de boca. No voy a decir que Dexter es una mala serie. En absoluto. Sin embargo, todo el mundo hablaba tan bien de ella y tenía tan buena pinta que esperaba algo que rozara la genialidad. Quizá ese fue mi fallo. Pero qué le voy a hacer si de cuando en cuando me vuelvo optimista.

En cualquier caso es muy recomendable por los motivos que ya he mencionado antes. Sobre todo por Michael C. Hall. Es el puñetero amo. Sí señor.

Ya serie ya tiene segunda temporada completa y ya se ha firmado para la tercera. Espero que corrijan sus fallos y pueda decir que es la serie que podría llegar a ser...

La noria

La noria

(Covent Garden. Londres)

Unos se suben a la noria y otros miran cómo los demás se divierten. La vida misma amigos.

Persépolis

Persépolis

Ultimamente estoy de enhorabuena en lo que a ir al cine se refiere. A veces sucede que uno tiene una buena racha escogiendo las películas que va a ver y yo, gracias al cielo, paso por una de ellas. La semana pasada vi Promesas del Este y ayer vi Persépolis.

Basta con decir que la película está a la altura de la novela gráfica de la misma autora. Lo que ya es mucho. No soy demasiado aficionado al cómic, pero Persépolis te agarra y no te suelta hasta que has devorado el tomo que incluye los cuatro libros donde la autora iraní repasa su vida y, de paso, la historia reciente de Irán.

Dado que este país es noticia constante últimamente su lectura (muy instructiva) es casi obligatoria.

Pero Persépolis es algo más que una película basada en un cómic que explica la historia iraní. Es una gran historia, contada con sabiduría, pulso narrativo, sentido del humor, capacidad de emocionar.... Vamos, todo lo que debe tener un gran guión.

Coodirigida por Vincent Paronnaud y la propia Marjane Satrapi, Persépolis te mantiene pegado a la butaca durante todo su metraje. Y lo hace con un estilo visual sencillo pero efectivo y contundente, con un delicado lirismo (algo realmente jodido de conseguir sin caer en la cursilería) y con una animación sobresaliente.

Pero lo mejor, claro, no es lo visual, si no que la película está cojonudamente bien contada. Todo cuanto había de importante en la novela gráfica está en ella. Y también otras cosas que, por una mera cuestión de formato, no se encontraban en aquella. La película tiene más humor, más vida. Es mucho más divertida, vamos. La primera media hora, simplemente, se agarra por el pescuezo y ya no te suelta.

En fin, una película que espero que gane el Oscar a la mejor película extranjera (no he visto el resto de posibles, pero ya tienen que ser buenas para ser mejores) para que esto le de más publicidad y la vea el mayor número de gente posible. No sólo te hace pasar un gran rato, si no que ilustra bien una parte importante de la historia de un país que está ahora mismo en el ojo del huracán.

Trailer.

Este tipo es un genio.

Este tipo es un genio.

El señor de la foto se llama Quim Monzó y es un genio. Así, con todas las letras. Y conste que no es algo que yo suela decir así como así de nadie. Pero este escritor catalán merece el apelativo.

Para quien no sepa quién es Quim Monzó, lo mejor es que se pase un rato por su web (pelín cutre). Si os da pereza os diré que es un escritor catalán, idioma en el que escribe, aunque toda su obra ha sido traducida al castellano, entre otros idiomas, y que si os gusta el género del relato es, sin duda ninguna, el mejor cuentista del país. Es preciso, cortante, divertido, desmitificador, apasionante y frío al mismo tiempo. 

Pensaba hablar de él y de su manera de escribir, pero lo mejor es que visitéis alguno de sus libros de relatos (en la novela flojea más) o de artículos (impagables también por su manera de diseccionar la estupidez cotidiana de los seres humanos) para La Vanguardia. 

Estas son mis recomendaciones:

 1. El porqué de las cosas. Treinta cuentos que son el paradigma de Monzó. Buen libro para iniciarse en su estilo. Relatos que parecen simples pero que encierran toda la complejidad humana en pocas páginas. Humor y sarcamo, crudeza y sintésis. Una joya.

 2. Guadalajara. Cinco apartados diferentes dividen estos doce relatos. Revisiones de historias clásicas como un Robin Hood que roba a los ricos para dárselo a los pobres hasta que se da cuenta de que, de tanto hacerlo, ahora los pobres de antes son los ricos de ahora y viceversa; o qué pasó en las horas previas a la apertura de las puertas de Troya dentro del caballo de madera. La vida de una saga de curiosos profetas y otras historias kafkianas. Muy bueno. Y traducido al castellano por Javier Cercas. Casi ná.

 3. Ochenta y seis cuentos. Antología de sus relatos desde los primeros balbuceos hasta sus obras clásicas. Quizá la mejor compra. Incluye los dos anteriores.

 4. El tema del tema. Recopilación de artículos escritos para el dominical de La Vanguardia. Acojonante su manera de diseccionar la realidad. ¿Por qué la gente aplaude en los funerales?, ¿por qué la moda de los políticos de hablar de "el tema del paro" por ejemplo, en vez de hablar de "el paro" sin más, y otras joyas. Muy divertido.

En un panorama literario (el nuestro) más bien baldío y tontuno Monzó es una rara avis. Que dure.

 

Juanjo Millás y la huelga de guionistas.

Este tío es muy grande. Ha ganado el Planeta pero, a pesar de eso, es un gran escritor. Esta es la columna que ha publicado hoy viernes en la contra de El País. No hace falta decir más.

 

"PAN Y CINE.

No se puede vivir sin comida, claro. ¿Y sin fábulas? Quizá tampoco. Los periódicos llevan hablando con auténtica alarma de la huelga de guionistas que comenzó el lunes pasado en EE UU. Se refieren a ella como si fuera a provocar la falta de un producto esencial para la vida cotidiana. Algunos, para explicar su magnitud, recuerdan la de 1988, que duró 22 semanas y costó a la industria norteamericana 350 millones de euros. La actual podría duplicar esa cifra. Pero los números siempre esconden, o disimulan, un pánico moral. ¿Qué ocurriría si esa panda de locos -los guionistas- se pasaran un año sin inventar historias? ¿En qué nos afectaría a usted y a mí? ¿Será verdad que esta gente, al urdir los argumentos de las series de televisión, escribe también, sin que seamos conscientes de ello, el argumento de nuestra vida? ¿Es imaginable un mundo sin ficción? Definitivamente, no. Somos tan hijos de la carne y de la sangre como de las caperucitas rojas, de las blancanieves, de las madrastras, de los pulgarcitos, de los gatos con botas, pero también de las madames bovarys y de las anas ozores y de los raskolnikofs y de los batlebys, por no hablar de los soprano y de los fraziers, de los seinfelds, o de los doctores houses. Desde que el mundo el mundo, mientras unos amasan el pan que comemos por la mañana, otros urden las historias que devoramos por la noche. Estamos hechos de pan y de novelas. El problema no son, pues, los millones de euros que podría perder la industria, sino las disfunciones que en el cuerpo social provocaría un desplome brusco de la ficción. Imaginen un mundo sin cine, sin novelas, sin cómics, si series de televisión, sin culebrones; sólo realidad a palo seco, o sucedáneos de las fábulas como los que nos sirven los políticos. Ese señor tan raro que se acuesta cuando usted se levanta es guionista. Un respeto"

Qué grandes eres Juan José.  

 

Gominolas.

Gominolas.

Anteayer se estrenó, por fin, y tras meses y meses de promoción algo machacona, la nueva serie de Nacho García Velilla (la cabezita pensante que había detrás de 7 Vidas y Aída). Un proyecto con el que Globomedia ha puesto toda la carne en el asador.

La serie me dejó un gusto ambivalente en la boca. Me explico.

El estreno de Gominolas es una buena noticia por varias razones. En primer lugar por su factura. Gominolas está grabada en cine y eso es tan de agradecer que cuando me enteré casi me echo a llorar. Por fin se graba en buena calidad en España. Por fin se prescinde de la multicámara, el decorado de sainete, la sitcom americana clásica pero mal adaptada. Cámara al hombro, buena fotografía, en fin, un goce.

En segundo lugar me parece un gran paso su duración: 30 minutos. Esta es la duración lógica para una comedia, no los 45 o incluso 50 que duran tradicionalmente estos formatos en la TVs españolas. Por primera vez (que yo sepa) una cadena apuesta por la calidad del formato y no por comprar algo que le ocupe todo el prime time y le permita racanear dinero. Aplauso para Cuatro en este sentido.

Pero dicho todo esto, las cosas buenas de Gominolas, vamos a lo que me ha dejado un regusto amargo en los labios.

Básicamente (y que nadie se ofenda, que tengo amigutes escribiendo en la serie) Gominolas me parece una oportunidad desperdiciada. Todas esas ventajas que he mencionado sobre el formato no son aprovechadas. Porque al final, el guión de Gominolas, que parte de una idea bastante original (los restos fracasados de un grupo infantil de los 80, algo que se perderá si hay futuras temporadas) peca de ser igual que lo visto en Aída o 7 Vidas. 

El fallo es que el humor que puede funcionar en un decorado evidente, que hace que la narración se convierta un algo así como un teatro, cuando se echa a andar en una producción de tipo cinematográfica, no funciona tan bien. El chiste de la comida de coño y los espárragos, por ejemplo, puede funcionar dicho por el Frutero de 7 Vidas, pero visto y con una imagen realista, resulta desagradabe.

Además, alguno de los actores no dan la talla. Kira Miró está muy buena, pero no defiende bien un personaje que, por otro lado, es un poco plano. ¿Cómo es posible que tras estar casada 10 años con un ricachón no se haya dado cuenta de que es gay? Y si se ha dado cuenta, ¿por qué le hace un numerito sexy el día de su aniversario? Tampoco Fernando Tejero, en quien se cifra todo el peso de la serie, está demasiado brillante.

Ya he dicho que el personaje de Kira Miró no me acaba. Pero el resto tampoco son demasiado originales. Esto no tiene por qué ser malo, claro. Aunque sí tengo la sensación de que se juega demasiado al estereotipo. De todas maneras es pronto para hablar sobre ello, hay que dejar que los personajes evolucionen con la trama.

En cuanto al guión, también había algunos momentos algo forzados. La voz en off de la muerta me parece que no aporta demasiado y que, cuando lo hace, es para explicar cosas que deberían quedar explicadas por la acción. Pero, lo peor, creo, en este sentido es que, para una vez que a alguien le dejan hacer capítulos de 30 minutos, le sobre tiempo. En el primer episodio se metían escenas elaboradas que no hacían avanzar la acción.

En fin, tampoco quiero hacer sangre, que ya digo que tengo amiguetes guionistas allí y porque además no ha hecho más que empezar y el equipo de Gominolas ya ha demostrado que puede mantener productos de enorme éxito en parrila durante años. Así que habrá que darles el beneficio de la duda.

En cualquier caso, insisto en que me parece una buena noticia que exista una serie con este formato. Y espero que tenga éxito y la gente se acostumbre a ver series así. Aunque debería mejorar.

Vamos a ponerle un cinco sobre diez.