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Y usted que lo vea

Maestro.

Desde que soy bien pequeñito (en mi casa se ha comprado El País y otros periódicos desde que tengo uso de razón) Forges siempre me ha ido acompañando, para hacer de mi día a día algo más llevadero.

Recuerdo cómo leía de crío los libros recopilatorios sobre sus chistes de la Transición que tenía mi padre. Recuerdo cómo reía con ellos, aunque muchos todavía era incapaz de enterderlos.

Es tan grande este hombre que no voy a extenderme más. Me voy a dar el gusto de postear algunas viñetas suyas.

 

 

 

 

POSTDATA: Prometo futuras entregas dedicas a El Roto y Quino.

 

El día de El Corte Inglés.

 

Hoy es San Valentín.

Me gusta ir a la contra y estoy un pelín harto de que la gente diga eso de: "esto se lo ha inventado El Corte Inglés para vender tonterías". Estoy de acuerdo, pero soy algo tocapelotas.

Así que nada...

Feliz día de los enamorados.

Y usted que lo vea está leyendo...

Las Benévolas, de Jonathan Littel.

Novela sobre las confesiones de un nazi no arrepentido. Recorre sus peripecias durante la ocupación de Europa del Este.

De momento voy por la mitad y está realmente bien.

Al principio tiene demasiados tecnicismos sobre el ejército alemán, pero consigue poner los pelos de punta y emocionar.

La parte dedicada a su estancia en Stalingrado impacta.

Si te gustan los nazis (en plan curiosidad histórica, claro, no en plan "llevo un tatoo de una esvástica en el pecho") este libro está escrito para ti.

Un premio Goncourt de novela le avala.

No apto para estómagos y conciencias sensibles.

Se fue Roy Scheider

Tiburón, Marathon Man, All that Jazz (qué grande estaba aquí)....

El puñetero amo.

Hasta siempre.

Enseñame a ser español, Mariano.

 

La idea de Rajoy me parece brillante. De hecho, yo creo que TODOS los que vivimos en este santo país deberíamos firmar el contrato que nos comprometa a cumplir con las costumbres españolas.

Claro que, habrá gente, como yo, que no tenga del todo claro cuáles son dichas costumbres.

Porque ¿qué es ser español?

Pero que nadie se inquiete, porque si Mariano llega al power seguro que sabe cómo desfacer este entuerto. En las escuelas podrían enseñar Educación para la Españolía, donde sabríamos qué hacer para ser mejores españoles. O, como diría el mismo Rajoy, gente normal. Pero normal de verdad, ¿estamos?

Enseñanos Mariano, por favor.

Estamos tan perdidos sin ti...

ATENCION, OBRA MAESTRA

CUIDADO: QUIZÁ SE ME ESCAPE ALGUN SPOILER.

Javier Bardem esto, Javier Bardem lo otro. Que si le van a dar el Oscar por su papel en la peli de los Coen, que si no concede entrevistas a la prensa yanqui, que si está dando el salto a la meca del cine...

De eso es de lo que se ha hablado últimamente cuando se hablaba de No country for old men.

Pero, creo, a partir de su estreno, se tendría que hablar de otra cosa.

De que No es país para viejos es una OBRA MAESTRA, cine con mayúsculas, la mejor peli de los Coen y probablemente de las mejores cintas de los últimos años.

Ayer estuve en el cine viéndola y me quedé paralizado sobre la butaca, maravillado. Hacía años que una peli no me gustaba tanto. Hacía mucho tiempo que no sentía esa felicidad que se siente cuando se asiste a algo único y magnífico. Esa sensación de "dios se lo tengo que contar a todo el mundo, todos tienen que ver esto".

Y es que No country es una película tan redonda, tan bien escrita, tan genialmente rodada, que parece un manual sobre cómo hacer buen cine.

En primer lugar, se basa en un guión inteligente, tan cojonudamente escrito que apenas sí tiene diálogos (y no los necesita) Los personajes se definen por su acciones, en una sola escena ya sabes quién es y cómo actúa cada uno de ellos.

La mayor parte de la película mantiene un suspense basado en un elegante minimalismo. Un suspense tan bien llevado que no le hace falta recurrir ni tan siquiera a la música. 

Cada detalle del guión sirve para algo y está presentando de una forma portentosa y elegante, seduciendo al espectador.

En segundo lugar, la dirección es un auténtico alarde de elegancia.

Ya he dicho que es una peli minimalista. Con cuatro o cinco elementos combinados en plan "maestro", consiguen una efectividad narrativa que asombra. Es el más con menos elevado a la enésima. Y para conseguir algo así hay que tener muchísimo talento.

La persecución de Bardem a Josh Brolin (sí amigos, era el hermano mayor en los Goonies y aquí está que se sale) es una carrera angustiosa, un juego del gato y el ratón magistralmente contado. Cada uno de los personajes apenas dice nada en toda la película. Y los Coen consiguen que te los creas y que estés en tensión durante toda la película.

La moraleja de la película, que en el último cuarto de la cinta cobra más protagonismo la acción inicial, está insertada de manera brillante, sin pastiches ni textos vacíos y colados con calzador. El espíritu pesimista de la película la recorre de cabo a rabo y te acompaña en todo momento.

El reparto es sencillamente espectacular. Por supuesto, mención aparte merece Javier Bardem. A pesar de todos los tópicos que se han soltado, se sueltan y se soltarán, la actuación de Bardem no es que sea de Oscar, es que es para recordar. Es el mejor papel de toda su carrera. Está en absoluto estado de gracia. Consigue que su personaje te acojone sin decir una palabra. Solo con el rictus de su cara, sólo con una mirada, sólo con esa caracterización, con ese pelo de empollón gilipollas encima de una cara de psicópata homicida.

Tommy Lee Jones está, como siempre, mucho más que correcto. Y, como ya he dicho, Josh Brolin no sólo está a la altura, si no que me parece un auténtico descubrimiento.

Y es que todo en esta película es perfecto. Todos los que la han hecho parecían encontrarse en una estado de gracia a la hora de realizarla. Y al final, esa suma de talentos gigantescos, dan como un fruto una película para enmarcar.

Larga vida al cine, amigos.

P.D: Id a verla en versión original. Merece muchísimo la pena.

 

Yo vi los Goya.

 

 

Sí, amigos. El domingo pasado a mi chica y a mí se nos cruzó el cable y no cambiamos de canal. Vimos la gala de los Goya casi enterita.

Así que me dije: ya que estoy perdiendo el tiempo, al menos podré usar esto para escribir un post en mi blog. Y es que soy así de especial e intenso, qué le vamos a hacer...

Parece que en los últimos años está de moda, más que comentar los premios, comentar la gala en sí. Así que pasaré por ese trámite primero.

Para empezar, decir que TODAS las galas de entregas de premios son, a la fuerza, un coñazo. Y es que, a menos que seas uno de los nominados, la cosa en el fondo te la trae bastante floja. Así que mucha emoción no tienen...

Acto seguido, mi opinión sobre la gala.

Pues no me pareció tan mal. Sobre todo teniendo en cuenta mi comentario anterior. Esperaba algo más plomizo y no fue así. De hecho, al principio fue tan tan rápido todo que parecía que iba a terminar en media horita y todos para casa. Los primeros premiados (esos que no le importan un carajo a nadie) apremiados por el presentador a ser rápidos, casi ni respiraban sobre el escenario.

Luego la cosa se fue empantanando y perdí el interés. De hecho, no nos quedamos a ver quién ganaba el premio a la mejor peli. Ya no nos interasaba (para quien no lo sepa a estas alturas, fue La soledad)

En cuanto al presentador, a mí Corbacho me parece un monstruo en todos los sentidos. Sin embargo, toda una gala para él solito (trajes extravagantes incluidos) me parece un poquito excesivo. Además, algunos de los chistes eran, como poco fallidos.

Y comentado esto (me abstengo de hablar en plan peluquería sobre los modelitos del personal) pasemos a la profunda y sesuda reflexión.

La cosa es que la gala me dejó un regusto bastante amargo en la boca. Me explico: allí estaban todos los chicos y chicas del cine español, diciéndose a sí mismo lo buenos que son, lo bien que hacen su trabajo, lo que ennoblecen el noblre arte de hacer películas, mientras fuera, en la calle, la gente pasa olímpicamente de ir a ver sus películas.

Y es que, salvo el taquillazo del Orfanato, el resto de cintas ha pasado sin pena ni gloria por las carteleras. Y, a pesar de eso, allí estaban todos, como se suele decir vulgarmente (perdón) chupándose las pollas mútuamente.

Está claro que un grave problema para la industria (inexistente) del cine español es tener que competir contra los yankis. Claro, ellos tienen más pasta, dejan más dinero en las salas y las salas ponen sus pelis.

Pero lo que me irrita es que, en ningún momento se plantee hacer autocrítica. Si el cine español no funciona en taquilla, parecían estar pensando todos esos artistas allí reunidos, es porque el público español es inculto, ignorante, palomitero y estúpido.

¿Acaso no han pensando que si una peli es una puñetera mierda da igual en cuántas salas se proyecte?

¿Acaso no han pensando que si vas de artistas profundo por la vida y haces un churro de guión sobre una paja mental que sólo te interesa a ti es muy posible que la gente no quiera gastarse el dinero en verla?

¿Acaso no han pensado que si te limitas a imitar al cine americano haciendo algo que ellos hacen infitinamente mejor te van a dar sopas con onda?

¿Acaso no han pensado que la gente iría más a ver cine español si el cine español se lo ganara con calidad, buenas historias y orginalidad?

Pues parece que no. Parece que no han pensando en nada de todo esto.

Parece que prefieren pensar que todo el mundo se equivoca menos ellos.

Que les aprovechen los premios.

Si vas a hacer propaganda, que sea buena.

Os dejo un video de la campaña por las primarias de Obama.

No es que este caballero sea santo de mi devoción (tampoco lo contrario, no lo conozco lo suficiente) pero esta campaña de apoyo que le han hecho actores y cantantes es para quitarse el sombrero.

Convertir un discurso (bastante bueno, por cierto) de Obama en una especie de canción... Bonito, la verdad.

A ver si aprenden un poquito los zafios políticos de nuestro país.

Lo dicho, si vas a dar la murga con propaganda, al menos no hagas que me sonroje de vergüenza ajena.


Edgar Allan Sly.

 

Ahora que llega a nuestras carteleras Jonh Rambo, cuarta entrega de la saga del militar locuelo que se dedica a aniquilar gente así como por vocación, es buen momento para maravillarse con los planes para el futuro de Stallone.

Sly lo tiene claro. Quiere dedicarse a la dirección. Para empezar, se dice que va a dirigir una Tv movie sobre la muerte de un par de gangsta rappers (Tupac y otro que no recuerdo) que se llamará Notorius (por cierto, que creo que también se llamaba así la peli de Hitchcock que en España llevó por título Encadenados).

Pero lo grande, el proyecto bizarro de verdad es un biopic de.... !Edgar Allan Poe!

Para quien no se lo crea, que lea esto .

Como habréis visto la cosa está prevista para el 2009 y el rumor es que Poe será Vigo Mortensen.

No es que Vigo me parezca mal actor, pero para hacer de Poe tendrá que adelgazar doscientos kilos más o menos.

Pero lo mejor de todo es esa extraña mezcla, ese crossover entre el hombre que intepretó a John Rambo o a Rocky y el escrito gótico del siglo XIX.

Lo más grande es que la biografía de Poe no la va a llevar al cine Tim Burton con Johny Deep haciendo del tísico literato.

Lo más grande es que Stallone ha decidido dejar de estar encasillado.

Francamente, le aplaudo. La gente sin complejos me resulta simpática. Y Sly cada vez me cae mejor.

 

 

 

Un artista con una cuchara

Este caballero, llamado Hannes Coetzee, toca la guitarra usando sus manos y su boca.

¿Cómor?

Pues sí. Toca con ambas manos y en la boca lleva una cuchara con la que hace slide.

Al margen de la anécdota, la cosa mola mucho. Una melodía estupenda.

Viva el arte, amigos.

P.D: Gracias a Carlos por enviarme el vídeo. Me ha encantado.

Intros (I)

Los créditos iniciales de una serie lo dicen todo de la misma. Cuando son buenos, claro.


Aquí van algunos de los que más me gustan.

A dos metros bajo tierra. Una obra de arte.


Los Soprano. Off course.


Band of brothers. Poética guerrera.




Lo último de Sean Penn es la pedantería.

CUIDADIN SPOILERS

Ayer domingo fui al cine en muy buena compañía. El caso es que teníamos varias aspirantes como película a elegir, entre ellas En el valle de Elah o Los crímenes de Oxford. Pero he de reconocer con sonrojo que finalmente, y por mi culpa, fuimos a ver Hacia rutas salvajes.

Había visto las anteriores pelis como director de Penn, y no me habían desagradado. Además, cuando me enteré de que su nuevo trabajo iba a ser la adaptación de una novela en la que un chaval deja su vida acomodada para echarse a los caminos, me sentí atraído de inmediato.

Craso error.

Porque la última peli que dirige y escribe Sean Penn es ABURRIDISIMA.

La cosa es que no está mal dirigida ni mal interpretada. Pero el problema es que el guión que se ha currado Penn es plomizo, pedante, farragoso y larguísimo. Así que, cuando servidor llevaba más de dos horas y media viendo escenas que no iban a ningún lado, personajes que no sabían muy bien para qué estaban en la trama y moralina del tipo "que malos somos los que vivimos en esta sociedad consumista" sólo podía desear el momento en que le protagonista la palmara.

Y tardaba mucho en hacerlo, creedme.

Y es que la estructura de esta película (si es que la tiene) hace aguas por todas partes. A la media hora ya te estás preguntando: ¿a mí qué me importa este tío? Y es que, cuando no se sabe transmitir emoción, tensión dramática, se aburre soberanamente al espectador.

A este cóctel se le añaden unos cuantos diálogos nada creíbles y unas voces en off irritantes y cursis y la combinación es explosiva.

En mi caso concreto he decir que no ayudó nada que el protagonista absoluto de la peli me cayera como el culo a partir de la primera media hora. Básicamente es un crío que le va diciendo a quien se encuentra que todo el mundo es un pringado por vivir su vida como la vive. Que todos son aburridos, materialistas y absurdos y que no tienen ni puta idea de lo que es la existencia.

Todos sois tontos, dice, menos yo.

Y claro, cuando se lo dice a los demás personajes, también se lo dice al espectador. Y la verdad, pagar los seis euros de la entrada para que me llamen gilipollas a la cara, pues como que no.

Ya he dicho que la peli no está mal dirigida. Hay escenas audaces (qué ganas tenía de meter esta palabra), la música está bien y te hinchas a ver paisajes acojonantes. Vamos, que el vestido está bien, pero el cuerpo es raquítico.

La cosa es que Penn se cae con todo el equipo a la hora de contar lo que quiere contar. No hay tensión, acción, drama. Solo filosofía de mercadillo, pedantes citas de Lord Byron, Thoreau y Tolstoi y un tontolaba recorriendo Estados Unidos y cruzándose con gente poco interesante.

Así que le recomendaría a Penn que se baje de la parra y que para su próxima peli contrate a un guionista que esté a la altura de su talla de director, que no es tan mala.

¿Resumen? Una peli perfecta para intensos de la vida que se las quieran dar de profundos para ligarse después a esa chica tomando un café.

Si después de todas mis opiniones (distintas a las críticas que he leído sobre la peli) todavía sentís curiosidad, ahí va el trailer.

 

Será leyenda

Ha muerto Heath Ledger.

Una sobredosis de medicamentos ha terminado con su vida y el mundo se ha mostrado algo conmocionado.

Sin embargo, tengo la sensación de que la muerte de estrellas jóvenes del cine acaba por celebrarse de algún modo.

Nos gusta que las estrellas mueran jóvenes para convertirlas en leyenda.

Pienso en James Dean, River Phoenix en el caso del cine. O de Jim Morrison, Janis Joplin, Kurt Cobain entre otros muchos en el mundo de la música.

Por eso, problemamente, Ledger será leyenda. Sus películas (algunas muy destacables como Brokeback Mountain) se convertirán en pelis de culto a causa del morbo que nos da ver actuar a alguien que sabemos ha muerto joven. Igual que sucedió con las tres películas de la breve fimografía de James Dean, las de Ledger saldrán en packs especiales de DVD, se escribirá alguna que otra biografía sobre el actor contanto que era adicto a tal y cual sustancia, se dirá que su talento le hacía especial pero que también le torturaba y todo tipo de chorradas de ese estilo.

Porque, en el fondo, nos encantan estas cosas. A nuestra sociedad le gusta entronizar a gente que murió antes de tiempo. Quizá porque, de esas manera, nos ahorramos el desagradable trago de verles envejecer y marchitarse. Porque, de esta manera, podemos poner una estrella cargada de leyenda en el firmamento de nuestra particular y extravagante Olimpo. 


Adiós amigo.

Hacía tiempo que, por distintos motivos, no veía Días de cine. El programa sobre el séptimo arte que más he disfrutado durante años. Probablemente en toda mi vida de telespectador.

Pero, viéndolo ahora mismo, mientras escribo esta entrada, me he acordado de que uno de los motivos fundamentales por los que me gustaba tanto este programa, ya no está en él. El señor Antonio Gasset , que se ha jubilado.

Ahora es Cayetana (se está hinchado a hacer programas en la 2 esta chica) quien presenta este gran programa. Y aunque ella sabe que tiene que cambiar de registro, que no debe intentar imitar al maestro, la verdad es que se echa de menos a Antonio.

No es que el programa haya dejado de ser bueno. Los reportajes siguen siendo de lo mejor de la tele. Como esos tan grandes repasos temáticos a la historia del cine. Ejemplo, ahora mismo que han comenzado a hablar de Los Crímines de Oxford de Alex de la Iglesia, que va de matemáticos, se han marcado un genial repaso a las matemáticas en el celuloide.

Pero, a pesar de todo, cómo añoro esos comentarios, esa presencia cómoda y descarada, ese presentar un programa como lo harías desde el sillón de tu casa. Como lo harías hablándole a un amigo.

Unas pequeñas muestras.

 

 

 

 

Y su despedida. Genio y figura.

Yo siempre le tendré cariño.

 

Autobombo

Sí, ya sé que está feo hablar de uno mismo.

Pero es que he estado buceando por youtube y he vuelto a ver este episodio de los Batasunnis que escribimos el año pasado.

Un par de muñecos de la izquierda abertzale por Madrid.

La verdad es que nos quedó divertido. Y doble nada menos.

Primera parte.

 

Segunda parte.


Humor más negro que el lomo de un becerro en la pradera en una noche sin luna.

Aquí posteo un video de un corto de Uwe Boll.

Humor sobre terroristas árabes. Es negro como el carbón, pero yo me he echado unas risas. Quizá el final es excesivo.

A ver qué os parece.

 


Postdata: Yo por menos de diez vírgenes no salgo de mi casa.

Voz irritante.

No es la primera vez ni será la última. Pero la campaña publicitario con la que nos viene bombardeando Vodafone a lo largo de las Navidades tiene una voz que me irrita sobre manera.

La cosa es que se promociona una tarifa X y los publicistas, interesados ellos en llegar a un público joven, deciden que lo mejor es que la voz que locute el mensaje tenga este exasperante tono entre pasota-hiphopero y simplemente desganado que me hace no sólo no desear contratar el servicio ofrecido, si no también pegarle un tiro a la pantalla de mi televisor.

¿Soy el único al que le saca de sus casillas?

Por favor, hagan anuncios mejores. Así, ya que nos tienen que mutilar nuestros programas favoritos, por lo menos que no nos duela como una patada en la dentadura.

Pa fliparlo en esperanto.

Cómo es la era digital...

Navegando por Youtube he descubierto este sketch que hicimos en Vaya Semanita . Lo acojonante es que alguien se ha tomado la molestia de subtitularlo en esperanto .

Desde luego, estos tiempos modernos que nos permiten disfrutar de estos pequeños momentos bizarros...


Los listos lo tienen mal.


He estado viendo los cuatro primeros episodios de la última serie de Aaron Sorkin , Studio 60 .

La serie es, por lo visto hasta ahora, acojonante. Quizá no tan buena como El ala Oeste de la Casa Blanca, pero sigue en la línea de guiones brillantes, brillantes interpretaciones y brillante realización.

Sin embargo, Studio 60 no tendrá una segunda temporada. La cadena ha decidido retirarla debido a la escasa audiencia que ha cosechado su primer año.

Y aquí es donde entra mi teoría. A LA GENTE NO LE GUSTAN LOS LISTOS.

En efecto, la mayoría de la gente odia que alguien sea más inteligente que ellos. Y si además lo demuestra, pues apaga y vámonos.

En Studio 60 todos son más listos, ingeniosos, ricos y triunfadores que tú. Y eso jode.

Y aunque uno, al ver algo así, se siente maravillado y tratado como un ser de mediana inteligencia, para la gran mayoría de la gente es casi un insulto que le muestren a gente más lista. La gente prefiere a los idiotas. Así, en el peor de los casos, sentirán que están ante un igual. En el mejor, se sentirán más listos y, por lo tanto, superiores.

El problema es que esta teoría no se aplica tan solo a la hora de ver una serie de TV o una peli. El problema es que el ámbito donde más ocurre es en política.

A la gente no le gusta que sus gobernantes parezcan más listos que la media. Eso les hace sentir inferiores. Por eso los políticos se esfuerzan en dar una imagen de cercanía haciendo el más miserable de los ridículos. Por eso la mayoría de los políticos son gente mediocre e incompetente. Porque cuando aparece una persona brillante la gente siente antipatía por ella. Este de qué va, se dicen, qué se cree, más listo que yo...

El mejor ejemplo es, por supuesto, este caballero...

¿Cómo es posible que este tontolaba sea el dueño del mundo? Sencillo, porque su imagen pública transmite esa "cercanía" que otorga la profunda estupidez y la ignorancia supina. Vale, piensan los votantes, no sabe dónde está Israel ni quién el es primer ministro pakistaní, pero yo tampoco. Así que es un tío guay.

Y así nos va.

También en España sucede algo muy similar. ¿Cómo explicar si no que gente como Martinez Pujalte, Esperanza Aguirre, Pepe Blanco y demás salgan cada día en televisión diciendo soberanas tonterías y la gente les siga votando?

Porque son idiotas. Y eso hace que nos sintamos bien.

¿Alguien se acuerda de Josep Borrell? A la gente no le gustaba por una sencilla razón: parecía inteligente. Y por lo tanto, caía antipático.

La inteligencia te hace sospechoso.

Y, repito, así nos va.

En cualquier caso, vean Studio 60.

Piensen que viendo gente más lista que uno mismo quizá se nos contagie algo.

Dignidad alopécica

Por suerte o por desgracia un cóctel de genes y hormonas han hecho de mí un hombre calvo. Una alopecia prematura me ha dejado la cabeza como el culo de una rana.


De todas maneras, a pesar de la tristeza inicial, con el tiempo he aprendido aceptarlo. He aprendido a llevar mi alopecia con, creo, cierta dignidad.

Sin embargo (todos lo sabemos) hay hombres que no acaban de encajar la caída de su otrora abundante mata de pelo y, en pocas palabras, hacen el ridículo.

Y no sólo eso, hacen que la dignidad del colectivo sin pelo disminuya muchos enteros.
 
Atención (redoble) porque he aquí las cosas que NO se deben hacer.
 
1.- No tomes a Anasagasti como ejemplo a imitar.

 
Este estilo de echar la cortina veneciana es probablemente el ejemplo más lamentable de hombre que no sabe aceptar su destino. Además es peligroso en días de viento. Osea, que si vives en Tarifa, descártalo amigo calvo.
 
2.- Nunca jamás te pongas peluca.
 
 
Si a Nicholas Cage no le queda bien, a ti tampoco. Olvida las ratas muertas, que no engañan a nadie. Todo el mundo sabe que ese pelazo no es tuyo y que, además, te has dejado una pasta en el bisoñé.
 
3.- JAMAS te implantes pelo.
 


¿Realmente quieres gastarte una millonada para poner pelos de otras partes de tu cuerpo en la "zona cero"? ¿De verdad quieres parecer una muñeca Barbie después de pasar la tiña? Acéptate tal y como eres.
 
4.- Si por fin has decidido ser calvo, por lo que más quieras, NO TE DEJES MELENA.
 

 
Ya sé lo que me vas a decir. Que Santiago Segura hace años que es un calvo melenudo y que le va bastante bien. Haces pelis, tele, tiene dinero... Sí, vale. Pero él no es más que la excepción que confirma la regla. Los calvos con melena apestan. Es así.
 
En fin, amigos de futura alopecia. Seguid estos consejos y mantened la dignidad del colectivo de bolas de billar intacta.
 
Recordad que siempre nos quedará un consuelo llamado Sean Connery.
Un hombre demuestra con su existencia que se puede ser más atractivo calvo que con pelo.