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Y usted que lo vea

Los listos lo tienen mal.


He estado viendo los cuatro primeros episodios de la última serie de Aaron Sorkin , Studio 60 .

La serie es, por lo visto hasta ahora, acojonante. Quizá no tan buena como El ala Oeste de la Casa Blanca, pero sigue en la línea de guiones brillantes, brillantes interpretaciones y brillante realización.

Sin embargo, Studio 60 no tendrá una segunda temporada. La cadena ha decidido retirarla debido a la escasa audiencia que ha cosechado su primer año.

Y aquí es donde entra mi teoría. A LA GENTE NO LE GUSTAN LOS LISTOS.

En efecto, la mayoría de la gente odia que alguien sea más inteligente que ellos. Y si además lo demuestra, pues apaga y vámonos.

En Studio 60 todos son más listos, ingeniosos, ricos y triunfadores que tú. Y eso jode.

Y aunque uno, al ver algo así, se siente maravillado y tratado como un ser de mediana inteligencia, para la gran mayoría de la gente es casi un insulto que le muestren a gente más lista. La gente prefiere a los idiotas. Así, en el peor de los casos, sentirán que están ante un igual. En el mejor, se sentirán más listos y, por lo tanto, superiores.

El problema es que esta teoría no se aplica tan solo a la hora de ver una serie de TV o una peli. El problema es que el ámbito donde más ocurre es en política.

A la gente no le gusta que sus gobernantes parezcan más listos que la media. Eso les hace sentir inferiores. Por eso los políticos se esfuerzan en dar una imagen de cercanía haciendo el más miserable de los ridículos. Por eso la mayoría de los políticos son gente mediocre e incompetente. Porque cuando aparece una persona brillante la gente siente antipatía por ella. Este de qué va, se dicen, qué se cree, más listo que yo...

El mejor ejemplo es, por supuesto, este caballero...

¿Cómo es posible que este tontolaba sea el dueño del mundo? Sencillo, porque su imagen pública transmite esa "cercanía" que otorga la profunda estupidez y la ignorancia supina. Vale, piensan los votantes, no sabe dónde está Israel ni quién el es primer ministro pakistaní, pero yo tampoco. Así que es un tío guay.

Y así nos va.

También en España sucede algo muy similar. ¿Cómo explicar si no que gente como Martinez Pujalte, Esperanza Aguirre, Pepe Blanco y demás salgan cada día en televisión diciendo soberanas tonterías y la gente les siga votando?

Porque son idiotas. Y eso hace que nos sintamos bien.

¿Alguien se acuerda de Josep Borrell? A la gente no le gustaba por una sencilla razón: parecía inteligente. Y por lo tanto, caía antipático.

La inteligencia te hace sospechoso.

Y, repito, así nos va.

En cualquier caso, vean Studio 60.

Piensen que viendo gente más lista que uno mismo quizá se nos contagie algo.

2 comentarios

yustedquelovea -

Sí, como dices, sí tengo esa sensación. Sobre todo con el señor Bush, de quien tengo la sensación que manda menos en la Casa Blanca que su propio perro.

En cualquier caso creo que su estupidez (viendo su historial) no es fingida.

Y sí, la ignorancia es la felicidad. Gracias George.

amukeke -

¿Y no te parece que la estupidez de los políticos que mencionas no es sino una hábil jugada ideada por otros más avispados?

De lo que si que puedo estar seguro es de que Orwell tenia razón cuando en 1984 escribía que "La ignorancia es la felicidad"

Saludos